sábado, 30 de mayo de 2009

Los trabajadores de Cycobask piden que no se cierre una empresa que funciona

Aseguran que el grupo Eurocir, que absorbió la planta irunesa, está derivando sus clientes a factorías de Barcelona y China Temen no recibir ni la indemnización por despido porque «el pabellón está a nombre de otra empresa del mismo grupo»

I. MORONDO. IRUN. DV.

ERE son las siglas de moda y estando inmersos en una de esas regulaciones, de carácter temporal, los trabajadores de Cycobask, una empresa irundarra dedicada a la fabricación de circuitos, han sabido que, probablemente, su empresa se acogerá a la Ley Concursal, cerrará las puertas y los 57 empleos actuales desaparecerán. Por eso, ayer se manifestaron medio centenar de trabajadores por las calles de Irun.

Cycobask fue fruto de una iniciativa de empresarios locales, una apuesta que no iba del todo bien y que acabó por ser absorbida por el grupo catalán Eurocir. Según comentaba un portavoz de los trabajadores, «Cycobask era competencia y lo que hicieron fue absorberla, pero como la empresa no iba bien, no les costó un duro, la compraron con subvenciones del Gobierno Vasco y la Diputación». Llegaron clientes, llegaron pedidos, y Cycobask alcanzó los 220 trabajadores. Hace cuatro años empezaron los problemas por la bajada de trabajo y la plantilla empezó a reducirse.

«Nos enteramos de que estaban derivando nuestros clientes a la planta de Barcelona, a pesar de que los propios clientes nos reconocían que en Irun éramos más competitivos», explicaba un trabajador. «Pertenecemos al mismo grupo, pero a la hora de la verdad, apostaron por la planta de Barcelona, llevándose nuestros pedidos allí». La sangría de empleos prosiguió con la irrupción del mercado chino de circuitos. «Sony y Phillips, que suponían el 60% de nuestra producción, se fueron a una empresa china. Pero al tiempo nos enteramos de que esa empresa está participada en un 20% por los dueños del grupo Eurocir».

Por si este maltrato no fuera suficiente, cuando los actuales 57 trabajadores supieron de la posibilidad de cierre y trataron de confirmarla con los propietarios del grupo, se encontraron con que no sólo estaban pensando en eso, efectivamente, sino que cabía la posibilidad de que se fueran sin indemnización por despido «porque la empresa no tiene dinero». Les choca este argumento cuando «estando en un ERE temporal llamaron a trabajar a toda la plantilla porque había pedidos», luego «habrá facturación». Además, «los pabellones que tienen en la ciudad valen más de seis millones de euros», aunque aquí la pega está en que «ya no son propiedad de Cycobask, sino de otra empresa del grupo».

Implicación institucional

Ayer, la pancarta de su manifestación recordaba que «Cycobask cierra. 57 familias al paro». Por eso piden la implicación de las instituciones. Se manifestaron desde la plaza de Txanaleta hasta el Ayuntamiento y próximamente irán a la Diputación a pedir una colaboración que evite que «después de que los guipuzcoanos, los vascos, les ayudaran a hacer sus inmensas fortunas (no hay más que mirar todo lo que tienen), ahora cierren la empresa y se vayan sin dejar nada». Los trabajadores se plantean incluso ir en autobuses a Barcelona a reclamar sus derechos en la sede del grupo.