viernes, 29 de mayo de 2009

Trabajadores de Cycobask se manifiestan hoy para denunciar la suspensión de pagos

Partirán a las 11.00 desde la plaza de Txanaleta y recorrerán el centro hasta llegar a San Juan

M. A. I. IRUN. DV.

El comité de empresa de Cycobask ha convocado para esta mañana, a las once, una manifestación en la que los trabajadores demandarán a la empresa irunesa «una explicación convincente» sobre los motivos «por los que se ha presentado una suspensión de pagos». Los manifestantes partirán desde la plaza de Txanaleta y recorrerán el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza de San Juan.

Los trabajadores de Cycobask iniciaron ayer una huelga indefinida tras conocer las medidas que ha adoptado la empresa, que se dedica a la fabricación de circuitos impresos y que en 1999 fue adquirida por el grupo catalán Eurocir. La suspensión de pagos afectará a los 57 trabajadores de Cycobask y traerá como consecuencia «muy probablemente el cese de la actividad a corto plazo», según el comité de empresa.

«Pedimos que hablen claro y cuenten la verdad porque en cuatro años hemos pasado de 220 a 57 trabajadores, y no todo es por culpa del mercado», comentan desde el comité de empresa que no entiende «esta situación porque se ha reincorporado a la mitad de la plantilla que estaba en el paro para responder a la demanda actual».

Comunicado de ELA

Desde el sindicato ELA de Oarso-Bidasoa han enviado un comunicado para indicar que «en Cycobask sí hay trabajo. La salvedad es que el empresario pretende que se trabaje a destajo para cumplir con el último pedido que le asigna a su empresa irunesa, para acto seguido fabricarlo ya todo en la fábrica china de su misma propiedad». ELA califica de «atropello empresarial» la situación de los trabajadores de Cycobask. «No deja de sorprendernos la absoluta pasividad de las instituciones locales y provinciales. Da la impresión de que los problemas de éstos y otros trabajadores no van con ellos, ya que conceden beneficios fiscales y de todo tipo a quienes, como en el caso de Cycobask, sólo utilizan el sufijo bask para sacar la máxima tajada por estos lares, hasta que un día deciden largarse y cambiar su nombre por otro más acorde con el del nuevo país donde se instalan. ELA «apoya la lucha del personal de Cycobask por el mantenimiento del empleo».

La plantilla de Cycobask, en huelga, pide una oferta acorde a los beneficios acumulados

Los trabajadores de Cycobask, en Irun, están en huelga. Con la compañía a puertas de un concurso de acreedores con propuesta de liquidación inmediata, exigen una indemnización acorde a los beneficios obtenidos durante años y denuncian que ese dinero se desvió al mercado asiático.

GARA

Los trabajadores de Cycobask iniciaron ayer una huelga indefinida ante la última oferta de la empresa, que consideran «ridícula». El comité explica que la compañía electrónica entrará en suspensión de pagos en breve, una medida que «afectará a un colectivo de 57 trabajadores y traerá como consecuencia, muy probablemente, el cese de la actividad corto plazo».

Exigen a los propietarios, el grupo catalán Eurocir, «una indemnización acorde a los beneficios que la empresa ha obtenido a lo largo de los años» y denuncian que en vez de invertir esas ganancias, la dirección «desvió la riqueza hacia el mercado asiático, donde la mano de obra es mucho más barata». En el mismo sentido, critican que en última instancia sea el Fondo de Garantía Salarial, quien corra con las correspondientes indemnizaciones.

El comité sostiene que la dirección de la empresa «se ha limitado a ganar tiempo», con la pretensión de «aprovechar la mano de obra del personal en activo para lograr fabricar pedidos por valor de 600.000 euros antes de presentar al Juzgado de lo Mercantil el concurso de acreedores con propuesta de liquidación inmediata».

Los representantes sindicales subrayan que desde el año 2007 la fábrica de Eurocir en Barcelona se ha venido «apropiando de la cartera de clientes de Irun», lo que ha provocado que la facturación mensual de Cycobask «caiga a la mitad de lo que habitualmente suele ser».

Las mismas fuentes recuerdan, por otra parte, que sucesivos EREs han mermado de forma considerable las plantillas de las fábricas de Irun y Barcelona, mientras ambas han «gozado de subvenciones y lo siguen haciendo», tanto por parte del Ejecutivo de Lakua como de la Generalitat de Catalunya.

La crisis dispara el número de familias que necesitan recurrir al Banco de Alimentos de Gipuzkoa

Con su labor voluntaria y desinteresada, las quince personas que dedican su tiempo libre a colaborar en el Banco de Alimentos de Gipuzkoa (BAG) llevan más de una década repartiendo comida entre los más necesitados del territorio. Hoy, sumidos en plena catástrofe económica mundial, su trabajo cobra, si cabe, una mayor importancia para la sociedad.

Noticias de Gipuzkoa. Donostia.

El año pasado, más de 12.500 personas tuvieron algo que llevarse a la boca gracias a esta asociación, dedicada a la recolecta y distribución de víveres de forma gratuita, según explica el director de BAG, Juan Mari Garitano. José Ignacio Sánchez, voluntario de este colectivo desde hace tres años, añade además que la cifra de beneficiarios va en aumento: a fecha de 30 de abril de 2009, el reparto de raciones ascendía a 60 toneladas, de manera que se ha incrementado ya en un 30% respecto al ejercicio anterior y las previsiones indican que el volumen irá subiendo. Porque la crisis no perdona y, el hambre, tampoco.

De hecho, la cantidad de alimentos distribuidos, que no ha dejado de crecer desde el año 1998, alcanzó en 2008 la cifra de 584.200 kilos, un total que triplica los resultados de hace un lustro.

Todos estos víveres no perecederos se almacenan en la sede de la entidad, que está ubicada en el polígono industrial Lanbarren de Oiartzun, en un pabellón de 350 metros cuadrados. Desde allí, BAG suministra a las entidades benéficas de todo el territorio que solicitan alimentos para los necesitados, "que cada vez son más", apunta Sánchez, y alerta: "El aumento de la demanda que se está dando en los últimos tiempos es muy grande".

familias de clase media El contexto financiero y el desempleo, además, han hecho surgir un nuevo perfil de cliente del Banco de Alimentos, alejado de los colectivos que habitualmente han sido demandantes de este servicio, como, por ejemplo, las asociaciones de inmigrantes.

Así, familias guipuzcoanas que hasta hace un par de años pertenecían a "un estrato social medio" y nunca se habían visto obligados a pedir para comer, ahora precisan de ella, según apunta Sánchez. Por ello, "y aunque les da mucha vergüenza", no les queda más remedio que acudir a pedir ayuda a recursos municipales o benéficos, añade.

El vicepresidente de la asociación, Javier Sáenz, corrobora esta realidad: "Lo hemos notado mucho en Donostia, por ejemplo. Por medio del Ayuntamiento se nos están pidiendo bastantes alimentos. Mientras que antes se daban tres, cuatro o cinco casos de familias necesitadas, ahora son 20 ó 30 hogares los que tienen que recurrir a la caridad".

Es la sección de Bienestar Social del Consistorio la que se encarga de distribuir los alimentos que le lleva el BAG y la que acredita que los perceptores tienen una verdadera necesidad, al igual que ocurre con las otras 145 entidades a las que atiende esta asociación, entre las que figuran residencias de ancianos, parroquias, colegios, comedores sociales, entidades religiosas, benéficas...

empresas y particulares Las donaciones actuales proceden, en su mayor parte, de productoras de alimentos que colaboran de forma habitual -Zahor, que aporta chocolate o Interal, que regala sopas- o puntual -a través de campañas específicas- y hacen llegar al BAG sus productos excedentarios de forma gratuita e, incluso, libre de los costes del transporte. "Son alimentos perfectamente consumibles pero no comercializables por su próxima fecha de caducidad o por algún defecto en el envasado", precisa Sáenz.

El Banco de Alimentos también recibe ayuda de particulares y de ciudadanos, que regalan parte de su compra a la causa depositándola en los puntos de recogida habilitados en grandes superficies. Los supermercados, además, aportan a la asociación la misma cantidad de kilos que hayan recogido a través de estas entregas voluntarias.

Sáenz destaca que, en estos tiempos de dificultades, "el que puede, ayuda de verdad" y se nota que la ciudadanía está más concienciada: "En Olaberria, en Carrefour, tuvimos la semana pasada una campaña de recogida de alimentos y, aunque temíamos que se diera una bajada de las donaciones, nos hemos sorprendido gratamente porque la gente ha respondido muy bien".

El vicepresidente recordó que los ciudadanos particulares que tengan interés en echar una mano al Banco de Alimentos de Gipuzkoa pueden hacerlo entregando "lo que buenamente puedan" en las campañas de recogida que se realizan en las grandes superficies. "Además, también pueden ponerse en contacto con el Banco y, si pueden, ayudarnos a entregar bolsas en las iniciativas que hacemos de vez en cuando", añade este voluntario, que colabora con otros catorce (casi todos jubilados) en esta actividad.

La verdadera lucha de BAG, sin embargo, es que las empresas dejen de desperdiciar: "Nos gustaría que contactaran con nosotros y nos donaran cualquier producto que vayan a desechar por tener un mínimo golpe, un error de envasado o una fecha de caducidad próxima, porque la comida no se puede tirar", concluye Sáenz.