miércoles, 8 de julio de 2009

El inminente cierre de Porcelanas Bidasoa dispara los pedidos de los clientes

Los trabajadores han defendido siempre que Porcelanas Bidasoa es una empresa viable, «como lo demuestran los pedidos que sigue teniendo».

IRUN | DV | EFE

La empresa Porcelanas Bidasoa, ubicada en Irun y cuya dirección anunció hace dos semanas la liquidación de la compañía, ha recibido en estos días un notable incremento de pedidos por parte de los clientes que no quieren quedarse sin las vajillas de esta histórica marca.

Xabier Pérez, responsable en la zona del sindicato ELA, mayoritario en el comité de empresa, ha explicado hoy a Efe que se ha producido "una psicosis" ante el cierre de la empresa, por lo que "hay muchos establecimientos alarmados pidiendo más cantidad de vajillas de lo habitual".

Los trabajadores han defendido siempre que Porcelanas Bidasoa es una empresa viable, "como lo demuestran los pedidos que sigue teniendo", y han solicitado a las instituciones que "se pongan manos a las obra para salvar este proyecto empresarial en el que están implicadas 47 familias".

La semana que viene han convocado nuevas protestas, la primera de ellas el lunes frente al Museo romano Oiasso donde harán una escenificación teatral comparando las vajillas "desenterradas" en esa zona y la actual vajilla de Porcelanas Bidasoa que "está a punto de ser enterrada".

El miércoles han organizado una concentración frente al Ayuntamiento de Irun con motivo de la reunión que va a mantener los representantes sindicales con el alcalde y miembros de los grupos políticos municipales.

Xabier Pérez ha comentado que "en caso de que Porcelanas Bidasoa no tenga futuro", en esa reunión van a solicitar que los trabajadores "tengan preferencia en el proyecto que se instale en el pabellón de Araso al que se iba a trasladar la sede Porcelanas, ya que han dado plusvalías para el desarrollo de ese edificio".

Porcelanas Bidasoa se ha visto obligada a cerrar sus puertas por la deuda acumulada, y es que finalmente no ha salido adelante el proyecto urbanístico para recalificar los terrenos actuales de la empresa que, además de solventar los problemas económicos, contemplaba el trasladado de la actividad al polígono de Araso.