miércoles, 20 de mayo de 2009

En lucha por un modelo económico y social justo en Euskal Herria

21 Mayo: Manifestación a las 18:30h desde la plaza San Juan

La fase más salvaje del capitalismo ha gobernado a sus anchas la economía en los últimos años. Se ha vivido una fiesta neoliberal en la que el poder político ha adoptado como manual la doctrina más favorable a los intereses empresariales y del capital especulativo. Y en Euskal Herria, los empresarios vascos y las instituciones de la CAPV y de Navarra se han caracterizado por aplicar con prepotencia este modelo.

El conjunto de la clase trabajadora ha sufrido en sus propias carnes la precariedad, la extensión del empleo de bajo salarios, el recorte de las coberturas sociales. Y, lógicamente, las políticas públicas han tenido efectos similares en todos los sectores y colectivos, desde pensionistas a inmigrantes, o personas que sufren discapacidades. Se ha tratado a las personas inmigrantes como mano de obra de usar y tirar. La pobreza ha aumentado y las prestaciones públicas dejan de llegar a miles de personas. Y, por supuesto, las consecuencias de este modelo las han seguido sufriendo en mayor medida los jóvenes y las mujeres; modelo, que sigue profundizando en la opresión sexual, económica y social de éstas últimas. El afán de negocio se ha impuesto sobre el respeto al medio ambiente. La soberanía alimentaria se ha marginado, a favor de una agricultura de mayor productividad y menos calidad.

Nos encontramos ante una crisis que ha sido consecuencia de la aplicación de estas políticas. En el debate público casi nadie duda que es necesario cambiar de modelo. Es imprescindible cambiar radicalmente los parámetros de las políticas que nos han llevado al desastre actual.

Sin embargo, en la práctica, en el día a día, nos enfrentamos a la paradoja de que quienes nos han llevado a la actual situación están tratando de aprovechar la crisis para dar más pasos en la misma dirección que hasta ahora en los distintos ámbitos de sus políticas (empresariales o públicas). Tratan de aprovechar la crisis que han causado para seguir ganando posiciones en su correlación de fuerzas, para seguir primando la ganancia y la acumulación de capital, aunque para ello tengan que dejar a la mayoría de la población sin empleo o sin derechos sociales mínimamente adecuados, con consecuencias nefastas en el medio ambiente, en la agricultura, en las personas más vulnerables y en los colectivos más desfavorecidos de la sociedad.

Por todo ello, es necesario un modelo alternativo al capitalismo. Un modelo económico y social que tenga como eje el reparto del trabajo y la redistribución de la riqueza de una manera justa y solidaria. Un modelo al servicio de las personas, y no al revés. Un modelo en igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Y para poder construir ese modelo alternativo, para poder construir otra Euskal Herria, es necesario dotarnos de todos aquellos instrumentos que posibiliten dicho logro.

En este sentido, organizaciones sociales que trabajamos en ámbitos diferentes consideramos necesaria la huelga general convocada por la mayoría sindical de Hego Euskal Herria para el 21 de mayo. La huelga general es instrumento de respuesta y acumulación de fuerza, una oportunidad de decir basta a quienes se quieren aprovechar de la situación para ganar todavía más dinero, para robarnos lo que es nuestro.

Hacemos un llamamiento a la sociedad en su conjunto a apoyar la huelga general del 21 de mayo, a participar activamente en la misma, así como en las diversas movilizaciones que se van a celebrar durante esa jornada.

Manifiesto para el llamamiento de la manifestación

Memoria Bienestar Social Ayuntamiento Irun

Aquí se puede leer la última memoria del Departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun del año 2008


MEMORIA2008.pdf

La Memoria de 2008 de Bienestar Social evidencia el efecto de la crisis

Crecieron las ayudas a la Renta Básica y las Ayudas de Emergencia Social respecto a las cifras del año anterior Gran parte de la actividad se centró en la prevención

I. MORONDO. IRUN. DV.

El Ayuntamiento ha presentado la memoria de Bienestar Social ante aquellas asociaciones que colaboran con el área y participan en los diferentes consejos que la asesoran. El alcalde, José Antonio Santano, y la delegada de Bienestar Social, Cristina Laborda, fueron los encargados de presentar los datos relativos a 2008.

El principal argumento fue que la actividad ha aumentado «tanto cuantitativa como cualitativamente», decía Laborda. La atención personal a los ciudadanos mediante entrevistas ha crecido prácticamente un 12%, mientras que los expedientes para acceder a recursos y programas sociales se han incrementado más de un 30%.

Puede que los efectos de la crisis, que se empezó a dejarse notar a mediados del pasado año, tengan que ver con esos incrementos, así como con los experimentados también en las ayudas de Renta Básica (609 en 2007, 650 en 2008) y en las Ayudas de Emergencia Social (677 en 2007 y 742 en 2008). En total, respecto al año anterior, casi un centenar de personas más accedieron a algún tipo de ayuda económica en 2008. Esas prestaciones sociales supusieron el desembolso de 1,3 millones de euros.

Menores y mujeres

Más allá de las ayudas directas, Bienestar Social hizo balance de sus programas de prevención con menores y sus familias. Durante 2008 creció la atención y, en casi todos los programas, la participación. El efecto de este tipo de acciones preventivas se empezó a notar en 2008, donde el número de menores atendidos a raíz de partes policiales cayó de 47 a 37 y las acciones contra menores infractores pasaron de 4 a cero.

En el caso de violencia familiar, las mujeres atendidas fueron 101, cuatro más que el año anterior. Aunque descendieron las cifras de atención psicológica y del programa de acompañamiento a víctimas de la violencia de género, en 2008 crecieron casi un 60% los casos atendidos que derivaron en denuncia y/o solicitud de orden de alejamiento.

En la cita con las asociaciones colaboradoras, Santano y Laborda presentaron los datos relativos a programas y acciones llevadas a cabo para el fomento de la igualdad y el respeto a las mujeres. No es el único asunto donde se desarrollan campañas de sensibilización y prevención. Las drogas protagonizaron muchos de esos programas. Dependencia, inmigración, programas de alojamiento y ayudas domiciliarias son otros asuntos que se trataban en la Memoria de 2008

Cooperación

Dentro del área de Bienestar Social se encuentra el servicio municipal de Cooperación al Desarrollo y sobre esto se habló también en el encuentro entre responsables municipales y asociaciones.

Irun destina más del 1% de su presupuesto a proyectos de cooperación. Aparte de la aportación a EuskalFondoa (en torno a 90.000 euros), se suscribieron 18 convenios con diversas ONG para desarrollar hasta 28 proyectos con una aportación total de 578.815 euros. Además, también se aprobaron 12 de los 21 proyectos de cooperación que organizaciones no gubernamentales y otras asociaciones presentaron a lo largo del ejercicio, y que supusieron el desembolso de 150.000 euros adicionales.

Casi el 8% de los irundarras son emigrantes

Diario Vasco. I.M.

Entre los muchos datos de las más diversas cuestiones que se recogen en la Memoria de Bienestar Social aparece la tasa de emigrantes que residen en Irun, que se encuentra en el 7,84% del total de la población. Son 4.796 personas llegadas de otros países las que residen en la ciudad.

Los barrios que más inmigrantes tienen en números absolutos son Lapice (791) y Artia (514), que son dos de las zonas más pobladas de la ciudad. En términos porcentuales, encabeza la lista Behobia, donde la población inmigrante supone casi el 13,5% del total. Después están El Pinar (12,8%) y San Miguel (12,15%).

"Se establece un nexo entre la crisis y la necesidad de librarse del lastre que suponen los inmigrantes"

Javier de Lucas Presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado

"Hemos reinventado la esclavitud global porque hemos instaurado una circulación de los trabajadores inmigrantes únicamente a los efectos de las exigencias del mercado y no a una verdadera libertad de circulación, a la que tiene derecho todo ser humano", censura este experto en Bilbao

Arantza Rodríguez. Bilbao.

"No digo que si uno lleva dos días en un sitio tenga que tener derechos políticos, pero si son inmigrantes estables y tienen los mismos problemas que nosotros respecto a la basura, la escuela, la luz o la sanidad, ¿por qué no pueden decidir sobre ello? Dentro de pocos años esta discusión, en un mundo global donde nuestra condición va a ser residente estable en diferentes sitios, parecerá ridícula", aventuraba ayer el presidente de CEAR, Javier de Lucas, el primer ponente que participó en las Jornadas del Ararteko que se celebran hasta el viernes en el Palacio Euskalduna.

¿La crisis es la excusa perfecta para echar a los inmigrantes ahora que parece que sobra mano de obra?

Basta invocar la crisis para no tener que dar argumentos. Se ha instalado un mensaje que establece una especie de nexo causal entre el desarrollo acelerado de la crisis y, por tanto, la necesidad, si no de echar, sí de tratar de librarse del peso que los inmigrantes suponen ahora. Los inmigrantes serían los primeros paganos del coste social de la crisis, no en el sentido xenófobo, sino en el pragmático de que, como no hay recursos, en época de vacas flacas hay que redefinir las prioridades y, como además hay cada vez más paro, no hay trabajo para los inmigrantes, que era la única razón por la que admitíamos su presencia.

Por eso el Gobierno español les 'invita' a que regresen a su país...

La consecuencia de esto es, en primer lugar, la decisión de incentivar los planes de retorno, de tratar de librarnos de ese exceso que ahora nos parece un lastre. Y en segundo lugar, según avanza este mensaje, el restablecer un discurso cuasi xenófobo, que es el discurso de la preferencia nacional, de nuestros ciudadanos primero, de garantizar, en época de vacas flacas, que los primeros que accedan a los puestos de trabajo sean los nuestros.

Se coloca a los inmigrantes en el punto de mira.

Como consecuencia de ese discurso hay dos efectos perversos desde el punto de vista no moral, sino del Estado de Derecho. El primero es que los derechos de los inmigrantes se vuelven a plantear como mercancías o incluso como privilegios. Es decir, antes les reconocíamos derechos porque los necesitábamos. Ahora esos mismos derechos nos parecen injustificados, porque ellos no nos aportan, sino que nos cuestan, e incluso nos parecen privilegios que podíamos permitirnos en épocas de vacas gordas y de altruismo, pero que ahora no nos podemos permitir. Eso es un efecto muy malo, porque se traslada a la opinión pública el mensaje de que cobrar el paro en el caso de un inmigrante es indebido, es una carga que no nos podemos permitir o que pagarle la Seguridad Social ahora, en este momento de crisis, es indebido. Eso va contra el Estado de Derecho porque el inmigrante es como cualquier otro trabajador y su derecho al paro o a la cobertura de la Seguridad Social no es algo que le damos porque somos generosos, sino que es un deber. Lo que pasa es que en esta estrategia se pierde de vista eso, que es un deber, y eso es lo que a mí me parece peligroso.

Hablaba de dos efectos perversos ¿cuál es el segundo?

Hay un segundo efecto peligroso, que es el mensaje de xenofobia social que este modo de análisis difunde. Es decir, el argumento de que no sólo sobran, no sólo son una carga, sino que son un peligro, porque la crisis es más grave precisamente en la medida en que tenemos que afrontar la presencia de inmigrantes y sería menos grave si no tuviéramos que afrontarla. Eso lanza un mensaje de enfrentamiento social y focaliza en los inmigrantes una responsabilidad, que la solución no es de ellos, pero que quien lucha por su puesto de trabajo como un privilegio percibe en esos términos. Es nefasto.

Se pretende que hagan el 'trabajo sucio', pero sin derechos. ¿Son los nuevos 'esclavos' del siglo XXI?

Hemos reinventado la esclavitud. Primero, porque hemos hecho de una necesidad instrumental, que son los déficit en determinados nichos de trabajo -como la construcción o la hostelería- el único argumento que justificaría la presencia de los inmigrantes, dejando de lado el hecho de que inmigrar es un derecho básico que vascos, gallegos o valencianos hemos practicado cuando hemos tenido necesidad para mejorar las condiciones de vida. Hemos ignorado que la inmigración es una condición casi natural del hombre y queremos definir a los inmigrantes como aquellas personas que vienen porque nosotros las necesitamos y en las condiciones en que las necesitamos. Por eso, en vez de darles los derechos que deberían tener como seres humanos, les damos estrictamente lo que necesitan para que el cálculo de su coste sea siempre un beneficio para nosotros. Recortamos el derecho a la salud y sólo les damos asistencia primaria, recortamos el derecho a la educación... Las legislaciones de inmigración son la muestra de la ausencia de voluntad política de reconocer derechos, parece que nos lo arrancan poco a poco en una estrategia de regateo.

El Gobierno realizará modificaciones en el criticado anteproyecto de reforma de la Ley de Extranjería. ¿Las valora positivamente?

Las declaraciones que han hecho algunos de los responsables de la política de inmigración del Gobierno evidencian que hay disposición a mejorar alguno de los elementos más criticados. Veo positiva, por ejemplo, la reconsideración de las condiciones del reagrupamiento familiar porque es completamente disparatado que tú no puedas reagrupar a tus padres si tienen menos de 65 años. También me parece positiva la voluntad del Gobierno de reconsiderar la formulación del artículo 53 que penaliza la conducta solidaria de personas o instituciones que acogen a inmigrantes y que pueden ser tratadas como si fueran traficantes de seres humanos. El Gobierno ha anunciado una rectificación, la saludo positivamente y sería suficiente con que el texto excluyera aquellas conductas que responden a motivos altruistas.

Pese a los cambios, ¿la Ley seguirá siendo, a su juicio, restrictiva?

Sigue habiendo elementos muy negativos. Por ejemplo, el hecho de que no haya un estatuto claro de los retenidos en los centros de internamiento que garantice sus derechos o el modelo asimilacionista que hay en el actual anteproyecto y que viene a decir que lo que tienen que hacer es aprender español y nuestra cultura. Estoy de acuerdo con que aprendan la lengua oficial, pero respecto a la cultura, difiero radicalmente. No creo que haya una cultura o tradiciones que se puedan imponer por ley, porque todo lo que no está exigido por el Derecho o prohibido por el Código Penal es de ámbito libre. Imponer que uno aprenda a hacer paellas o tirar petardos si quiere instalarse en Valencia es un disparate.

sus frases

"El argumento de que no sólo sobran, sino que son un peligro, es perverso"

"Un efecto de la crisis es el discurso cuasi xenófobo de nuestros ciudadanos primero"

¡CNT llama a la huelga general!

LA CNT SE SUMA A LA HUELGA GENERAL CONVOCADA PARA EL 21 DE MAYO

Desde hace meses, en la CNT se había apostado por la huelga general como respuesta a la actual situación sociolaboral de crisis, a pesar de la desmovilización reinante. Al mismo tiempo, en nuestra Organización éramos conscientes de que una convocatoria en solitario estaría condenada al fracaso, habida cuenta de que hoy la CNT es un sindicato sin la suficiente capacidad numérica por sí mismo frente a la envergadura que ha de tener una huelga general. Por este motivo, desde la CNT decidimos hacer un llamamiento a todos los sindicatos con el fin de aunar esfuerzos para responder a la crisis en particular y al Sistema en general. No vamos a dar siglas, sólo diremos que unos no contestaron; otros se pusieron en contacto para contarnos, a su manera, que se encontraban inmersos en sus propias dinámicas; y algunos mostraron interés por la propuesta. Cuando estábamos preparando la próxima reunión para concretar movilizaciones nos encontramos con esta convocatoria por parte de ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU.

Apoyamos dicha convocatoria, no sin una crítica al proceder de unos y otros. Es evidente, a la par que lamentable, que el conflicto político-territorial que se vive en esta zona lo contamina absolutamente todo. Hace lustros que este conflicto se ha trasladado también al terreno laboral creando otra división más dentro de la clase trabajadora. No es la primera vez que convocatorias de este calibre surgen con una división materializada en dos “bloques”. También hay que reconocer que la realidad sindical aquí es diferente a la del resto del Estado. Todos estos ingredientes han creado un clima enrarecido en el que la disputa centrada en el honor patrio difumina la que debería ser la verdadera lucha de la clase trabajadora: la lucha contra la explotación, contra la desigualdad, contra la injusticia...

Mucho antes se tenía que haber hecho esta convocatoria de huelga general y mucho más correcta hubiese sido si estuviese precedida de movilizaciones conjuntas puesto que la crisis ha estallado hace muchos meses. El oportunismo político no debe regir las movilizaciones de los trabajadores. A pesar de todo esto, vamos a ir a la huelga. Es una cuestión de dignidad contra la manipulación y el engaño con el que se pretende perpetuar el Capitalismo: reformas laborales, horas extraordinarias, ETTs, prepotencia empresarial, siniestralidad, privatizaciones, EREs... la precariedad instalándose cómodamente en nuestras vidas. La sociedad se encuentra en manos de unos pocos, regida por su fundamentalismo de mercado mientras la ingeniería financiera está siendo rescatada por el dinero público con el eufemismo de renovar el Capitalismo. Su receta es más Capitalismo. En nuestro deseo que la huelga general del día 21 sea el punto de partida de un calendario de próximas movilizaciones.

¡CNT llama a la huelga general!

Desde CNT, os animamos a participar en las diferentes movilizaciones en los pueblos y fábricas de Euskal Herria para dejar bien clarito que
  • no seguiremos pagando los platos que han roto los ricos y poderosos de la cúpula capitalista

  • esta crisis no sirva de pretexto para hacerle la vida imposible a l@s más débiles, l@s inmigrantes, mediante ataques xenófobos y fascistas. ¿Acaso ell@s son l@s que dirigen los bancos y toman las decisiones políticas?

  • tenemos que salir de este estado de shock, en el que la clase trabajadora parece haber caído, paralizada como un corderito ante el lobo

  • debemos empezar a conocernos, hablar, discutir de cómo hacer frente de forma conjunta a esta crisis que puede durar mucho más de lo que admiten

  • para que esta crisis deje de ser un problema personal de un@s cuant@s, contra el cual se recetan antidepresivos

  • para aprender de nuevo a organizarnos en el tajo, en los barrios, en las escuelas y universidades, como consumidores y trabajadores

  • para que se entienda que este modelo capitalista no sólo supone una amenza mortal para el medio ambiente y los recursos naturales, sino también para lo que llaman “recursos humanos” – tod@s nosotr@s que dependemos de un sueldo
En vista de la división frentista entre los sindicatos menos minoritarios, creemos que es mejor moverse que no hacerlo, entendiendo que este debe ser un primer paso hacia la autoorganización y la rebeldía continua.

El 21 de mayo todas y todos a la huelga!!!

LA CRISIS QUE LA PAGUEN ELLOS!!!

Como bien sabéis, los mismos que han generado esta crisis, quieren que ahora seamos los y las trabajadoras quienes la paguemos. Somos muchas las personas que hemos venido a vivir y a trabajar en Euskal Herria y que ya hemos empezado a sufrir sus consecuencias, o que en breve plazo nos tocará sufrirlas. Es cierto que no todos los trabajadores/as migrantes no encontramos en la misma situación, pero la realidad es que sí hemos sido muchos/as de nosotros/as los primeros/as afectados/as por la situación. Ante esto queremos dejar claro que no somos mera mano de obra barata de usar tirar y que, considerándonos parte de la sociedad de Euskal Herria, también es nuestro derecho y nuestra obligación el defender nuestros derechos laborales junto con el resto de trabajadoras y trabajadores de ese pueblo . Por este motivo, Anitzak se suma a la convocatoria de huelga general para este próximo día 21 de mayo y anima a vuestros colectivos a que hagan lo mismo.

Anitzak os propone que, aparte de participar activamente en la jornada de huelga, también nos mandéis como colectivo vuestra adhesión a la misma para que, desde Anitzak, les hagamos llegar estas adhesiones de manera conjunta a los sindicatos convocantes. A fin de cuentas, si de verdad queremos darle la vuelta a esta situación, va a ser necesario que todos todas las trabajadoras, independientemente de cuál se nuestro origen, unamos nuestras fuerzas y nos aliemos en la lucha contra el capital.

Anitza

La huelga general del 21 de mayo y la coacción de “los otros piquetes”

Cuando se convoca una huelga general, los que se oponen a las mismas siempre tienden a defender su postura recurriendo a una sucesión de argumentos tan ridículos como insultantes: “No es momento de convocar una huelga, sino de trabajar codo con codo sindicatos, gobierno y empresarios para solucionar los problemas generados por la crisis económica”; “Los empresarios están pasándolo mal, y hay que apoyarlos porque generan riqueza para el país”; “Esta huelga no tiene sentido porque perjudica a los trabajadores”…

Paco Azanza Telletxiki. Rebelión

Poca originalidad, como se puede observar, y poca vergüenza la de estos sesudos individuos. Y todo ello como si, en verdad, la solución a la actual crisis pudiera llegar con una enésima sumisión por parte de los trabajadores; o como si aquella no exigiera un cambio radical en el sistema económico y social que los gobiernos –tanto el central como el autonómico-, sabemos, no están dispuestos a afrontar. Los parches ocultan los problemas, pero, cuando el material adhesivo caduca y se caen, lo que normalmente observamos no es un problema solucionado sino, por lo general, uno mucho más grave.

Como siempre que se convoca una huelga, los contrarios a su realización tratan de deslegitimar la convocatoria, primero, para después pasar a minimizar el posible éxito de participación que ésta pudiera obtener. Para eso, una de las herramientas que más a menudo utilizan –ya la están utilizando- es el insistir y denunciar hasta la saciedad, desde sus poderosos medios de comunicación, la actividad de los llamados piquetes de información –de coacción, dicen ellos-. Aseguran que muchas personas quieren ir a trabajar, pero dejarán de hacerlo porque se sienten coaccionados por dichos piquetes.

No voy a entrar ahora en si los piquetes favorables a la huelga coaccionan o no. Lo que sí haré, aunque muy brevemente, es desenmascarar a “los otros piquetes”, a los casi nunca se tiene en cuenta y, sin embargo, juegan un papel muy importante en el éxito o fracaso de una huelga. Me estoy refiriendo a los propios empresarios, que estos sí que coaccionan, y además de una manera más eficaz y contundente.

Actualmente un porcentaje muy elevado del trabajo existente es precario y eventual. Eso significa que las personas que lo realizan pueden ser despedidas con una facilidad pasmosa –en realidad los fijos también-, máxime cuando hoy, en el Estado español, existe un ejército de más de cuatro millones de parados esperando acceder al mundo laboral. Esta evidencia me lleva a hacerme un par de preguntas: ¿cuántas personas que desean sumarse a la huelga dejarán de hacerlo por miedo a las represalias que pudieran aplicarles los dueños de su fuerza de trabajo?, ¿es o no coactiva la “actividad piquetera” que el empresario ejerce sobre sus trabajadores?

Existe además otro sector de asalariados, y no precisamente pequeño, que también se lo pensarán dos veces a la hora de secundar o no la huelga. Sabemos que en el sistema capitalista la economía se basa en el consumo. Sabemos también que la incitación a él, por parte de quienes ostentan la maquinaria del poder, además de agresiva es el pan nuestro de cada día. ¿Cuántas personas no han caído en la tentación consumista y a día de hoy están tremenda e innecesariamente endeudadas? Por otra parte, el sistema capitalista que nos rige es una fuente que chorrea desigualdades a raudales. De modo que no hace falta endeudarse en exceso para llegar muy justo a final de cada mes, máxime cuando el consumo básico y diario está por la nubes. En el Estado español el salario mínimo interprofesional –SMI- es escandalosamente bajo, muy por debajo del de la mayoría de los países europeos. Muchos trabajadores subsisten también con sueldos de entre 700 y 1.000 euros; y eso, tratándose de habitantes primermundistas, no es ninguna tontería. Es obvio, pues, que para estas personas el cobrar un día menos de sueldo –el de la huelga- supone un gran esfuerzo y una tremenda duda a la hora de apoyar o no la convocatoria. ¿Cuántos de estos trabajadores dejarán de apoyar finalmente la huelga en contra de su voluntad? Es probable que muchos.

¡Y aún tienen la desfachatez de decirnos que la huelga es un derecho…! ¿Es la huelga, en verdad, un ejercicio factible para todos los trabajadores? Es evidente que no. Luego, ¡que no nos vengan con cuentos! La huelga general del día 21 está más que justificada, y, para apoyarla, a los trabajadores y trabajadoras nos sobran los motivos. Digan lo que digan e independientemente del resultado de la misma, el solo hecho de haber sido convocada en medio de tanta sumisión y generalizada apatía ya es una victoria.

http://baragua.wordpress.com

La huelga del 21-M, legítima y política

EN economía no existen fenómenos naturales, como las nubes o los montes. Todo se construye social y políticamente: los mercados, regulando lo que se compra y vende, prohibiendo por ejemplo el acceso al mercado del trabajo infantil, los cargos políticos o los virgos de las mujeres. Y también se construyen políticamente las crisis económicas, por lo que las respuestas ante ellas de trabajadores y sindicatos no pueden ser sino políticas.

DEIA. Behatokia. Francisco Letamendia

Todo régimen de acumulación se basa en una cierta convergencia entre producción y consumo. Esta convergencia, sometida a desequilibrios permanentes, se logra a través de un modo social de regulación, formado por las iniciativas de muchos agentes, sociales -entes culturales, patronales, sindicatos- y políticos. Los desacoplamientos entre producción y consumo son constantes; la forma más habitual es la crisis de superproducción, que se produce cuando los productos no se realizan en el mercado porque no existe suficiente capacidad pública y privada para adquirirlos. Los desacoplamientos pueden ser menores o mayores; en estos últimos casos, como la crisis de 1929, y después la de mediados de los 70, el régimen de acumulación da paso a otro nuevo, implantándose un nuevo modo social de regulación. A grandes rasgos, el régimen liberal-competitivo dio paso tras la posguerra al régimen fordista, y éste, en los 70, al posfordista.

Los modos sociales de regulación que han acompañado a estos regímenes de acumulación han sido fruto de decisiones conscientes de los agentes socio-económicos y los poderes públicos. El modelo fordista se basó en el Estado keynesiano de Bienestar, el cual se proponía impedir la repetición de la crisis del 29 elevando el gasto público y el salario social y legitimando a los sindicatos a fin de aumentar la capacidad adquisitiva de grupos sociales y trabajadores.

Desde fines de los 70, opciones políticas no menos conscientes dieron paso al posfordismo. Empresas y gobiernos decidieron que la competitividad en los mercados globales debía pasar por reducir los costos, especialmente el del trabajo. Pero no se redujeron los salarios en la cima, los de los trabajadores polivalentes que debían asegurar la innovación y la excelencia productiva; lo que se hizo fue alargar desmesuradamente la pirámide de la fuerza de trabajo, creando una bolsa cada vez más amplia de trabajadores flexibles de usar y tirar en la base. En ese pozo sin fondos malviven los grupos precarios que son ya en el siglo XXI una mayoría social: jóvenes a la búsqueda del primer empleo, mujeres condenadas al tiempo parcial, inmigrantes extracomunitarios... En ese esquema, el sindicalismo, o es de acompañamiento, convirtiéndose en un factor de impulsión de la competitividad empresarial y en la agencia de una elite obrera, o sobra y estorba.

Algunos modelos descollaron en esa línea; en la Unión Europea, el del Estado español. Los gobiernos socialistas de los años 80 y 90 aplicaron, con el doble pretexto de la modernización y la consolidación de la democracia, las recetas que en otras latitudes implantaban los gobiernos neo-liberales de Reagan y Margaret Thatcher. A través de unos Pactos Sociales que dieron luz verde a la flexibilidad laboral y a la construcción jurídica de la precariedad, forzaron una máquina que acabó estallando en diciembre de 1988. Posteriormente no ha habido reconducción de fondo del modelo; ni con los gobiernos de Aznar, ni con los de Zapatero. La consecuencia ha sido el aumento brutal de la precariedad. Mientras que en la Unión Europea el empleo temporal pasó de 1985 a 2001 de una media de 8,3% al 11,4%, en el Estado español el salto fue en los mismos años del 15,6% al 31,7%. En la Comunidad Autónoma, la temporalidad de los jóvenes ascendía en 2006 al 72,8%

Pero, si el Estado keynesiano del Bienestar era un mecanismo mundial anticrisis ¿qué ha ocurrido cuando el posfordismo ha arrinconado el modelo? Pues que la crisis de superproducción se ha disparado. Lo que ocurre es que durante décadas se ha ocultado gracias al subterfugio de la financiarización. Todo se compraba y vendía a crédito; el capital financiero, que se acabó imponiendo a la economía real de la agricultura, la industria y los servicios, obtenía gigantescos beneficios mediante ingenierías tan complejas que resultaban imposibles de comprender por casi todos. Y así hasta que la eclosión de las hipotecas-basura en el Gobierno Bush ha hecho explotar la burbuja inmobiliaria norteamericana. Todo el mundo descubrió entonces, como el niño del cuento, que el rey estaba desnudo; y la onda expansiva ha arrasado instituciones financieras, empresas y gobiernos a lo largo y ancho del mundo.

Las consecuencias de esta nueva gran crisis han sido demoledoras en aquellos modelos en los que la precariedad campaba por sus respetos. En el Estado español, el paro ha aumentado de marzo de 2008 a marzo de 2009 en 1,8 millones de personas, dos tercios de todos los parados de la eurozona.

Pero existen antídotos. Si la crisis es una construcción social y política consciente, también lo son los remedios.

Los trabajadores y sus sindicatos -al menos en Euskalherria- reivindican políticas de salarios altos sobre bases igualitarias, lo que no sólo no impide la excelencia productiva, sino que la fomenta; así como el fin de la precarización de los grupos discriminados. Exigen políticas fiscales y presupuestarias redistributivas, reparto de los beneficios (medidas todas ellas anticrisis, pues incrementarían su capacidad adquisitiva). Demandan asimismo el protagonismo debido en cuantas decisiones productivas, económicas y políticas les conciernen; modelo este de participación social que no se ha estrenado aún en la Comunidad Autónoma.

El instrumento por el que los trabajadores manifiestan su descontento ante las políticas perjudiciales de empresas y gobiernos ha sido siempre la huelga. La decisión de los sindicatos vascos de convocar la huelga general mañana es pues legítima. Y es política. No partidaria -cuando dicen que igual les hubiera dado convocarla con el gobierno actual que con el anterior hay que creerles-, sino política.