jueves, 14 de mayo de 2009

SOS Racismo denuncia que hay 38.000 inmigrantes en Euskadi en riesgo laboral y social

Califica de «estructural» el problema de los menores conflictivos en Gipuzkoa. La organización señala ocho capítulos diferentes en su balance del año pasado

MIKEL SORO | SAN SEBASTIÁN. DV.

Unos 38.000 extranjeros inmigrantes se encuentran en situación de riesgo laboral y social en Euskadi, según los datos de SOS Racismo, que ayer presentó en San Sebastián y en otras capitales su Informe Anual sobre el racismo en el Estado español. Según Mikel Mazkiaran, abogado y miembro de la oficina guipuzcoana de la entidad, en el País Vasco hay unos 100.000 personas inmigrantes, de las cuales 42.000 son comunitarios, por lo cual no tienen problemas de contratos ni documentos de residencia. De los restantes, 16.500 son residentes legales por contrato o empadronamiento. «Hay 38.000 que pueden verse afectados por la crisis y la precariedad de empleo». La cifra en todo el Estado puede alcanzar el medio millón de inmigrantes en estado de riesgo de exclusión, de 1,5 millones de inmigrantes no comunitarios que viven en las diferentes comunidades autónomas.

El balance anual de SOS Racismo ha detectado en 2008 un avance de la xenofobia motivada por el inicio de la precariedad laboral debido a la crisis económica y del racismo institucional en Europa hacia los gitanos, según resaltó Zuria Arzua, de la delegación vizcaína. El análisis se ha basado sustancialmente en las denuncias llegadas a SOS Racismo y algunas extraídas de los medios de comunicación y de medios digitales.

Resaltó que hay ocho capítulos en que se divide el informe del año 2008: La Unión Europea, el pueblo gitano, el Estado español, los menores no acompañados, el discurso político y el racismo social que han promovido 310 denuncias en SOS Racismo; derechos laborales y sociales, los cuerpos de seguridad, denunciados, exceptuando la Ertzaintza y la extrema derecha.

Tras este repaso de los capítulos, Mazkiaran desmenuzó los momentos más preocupantes, ubicándolos en los finales de 2007 y 2008, con la pretendida reforma de la Ley de Extranjería y la llegada de la crisis, respectivamente.

De cara a este año «la situación es complicada. El problema laboral supone que «los trabajadores inmigrantes pasen de ser complementarios a ser competencia». Además, «se vaciaba la hucha de las prestaciones sociales», lo que suponía una alarma para los parados estatales.

Menores y Diputación

De «problema estructural» calificó el abogado donostiarra de SOS Racismo el problema de los menores tuteados en Gipuzkoa. Mazkiaran señaló que «es un problema estructural que debe solucionar la Diputación. Tenía tutela sobre 185 menores y mantiene a más de 200. Ha habido acontecimientos puntuales y en un centro concreto», recalcó.

Pidió «hacer análisis y abordarlo, aunque no es fácil, pero es responsabilidad foral y pedimos a la Diputación que haga todos los esfuerzos a su alcance para que no se trate a todos los menores como conflictivos o no recuperables». Argumentó que «los menores son chavales y pueden realizar un proceso de integración social».

Recalcó la cualidad de la sociedad guipuzcoana para acoger inmigrantes «mejor que otras provincias», si bien su organización ha conocido además problemas racistas por asentamientos de rumanos, además de las denuncias contra menores conflictivos.

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