sábado, 27 de junio de 2009

CIERRE DE PORCELANAS «No estamos de fiesta»

La plantilla de Porcelanas Bidasoa se reunió ayer en la plaza de San Juan para informar sobre su situación. Los trabajadores se han sentido engañados

MARÍA JOSÉ ATIENZA IRUN. DV.

El grupo francés Happy Stars (Estrellas felices) preparaba su espectáculo circense en la plaza de San Juan. Los bares de la calle Mayor se llenaban de clientes, que salían al fresco con sus cañas. El ferial proyectaba de forma incesante su particular ruido.

«Por favor, id a decirle al de la tómbola que esté en silencio unos minutos». Era el ruego de Xabier Pérez Herrero, secretario comarcal de ELA, el sindicato mayoritario en el comité de empresa de Porcelanas Bidasoa. «No es porque no se nos oiga. Es por respeto», añadía. Los trabajadores de la emblemática empresa irundarra no están para fiestas. El jueves, les comunicaron el cierre inminente de la planta de la avenida de Elizatxo. Son 47 familias que se quedan sin ingresos.

La plantilla de Porcelanas Bidasoa eligió ayer el escenario de la plaza de San Juan para informar sobre su situación. «Lamentamos venir a aguar la fiesta, pero esta es la auténtica realidad de Irun, al margen del fútbol y otros entretenimientos. Y la realidad es que a los 4.253 parados y paradas de Irun pueden sumarse en breve estas 47 familias», dijo Pérez Herrero.

La rueda de prensa de los trabajadores de Porcelanas tuvo lugar tras una mesa decorada con vajilla de calidad, moderna y clásica. Una mesa que simbolizaba los 75 años de historia de una firma puntera que llegó a tener 250 empleados, que colaboró con artistas y diseñadores de renombre internacional, que estuvo en las mesas de los mejores restaurantes y en las de muchas casas, los días especiales.

En los seis últimos años, Porcelanas Bidasoa ha perdido alrededor de 200 puestos de trabajo. Ahora quedan 47. Sus titulares estuvieron ayer en la plaza de San Juan, sujetando dos pancartas con los lemas 'Irun, líder en paro. 4.253 parados ¿+47 ?' y 'Porcelanas Bidasoa+Hacienda+Seguridad Social+Ayuntamiento+Constructora=Pelotazo'.

El sentimiento generalizado entre la plantilla es el del engaño. Del proyecto para trasladar la planta a Araso, recalificando el terreno de la fábrica para construir viviendas y, con las plusvalías, cubrir deudas y mantener la actividad, los trabajadores han sido los peor parados. «Hacienda ya tiene su parte, la Seguridad Social la suya, la promotora inmobiliaria un buen negocio y el Ayuntamiento su anhelado diseño urbanístico». Pero los puestos de trabajo no se han mantenido. A día de hoy, los trabajadores ni siquiera tienen la garantía de percibir el sueldo de junio y la paga extra de verano. Sólo confían en que Kutxa acceda a adelantar 360.000 euros de producto ya vendido, que se cobra a los clientes a 90 días.

A pesar de la difícil situación en la que se encuentran, los trabajadores de Porcelanas van a luchar por sus puestos de trabajo, porque creen que la firma tiene mucho peso y no renuncian a su supervivencia. Si finalmente la empresa cierra, los trabajadores están convencidos «de que reaparecerá en otro lugar, como ha ocurrido con Elgorriaga».

JUANTXO ARRARAS, 13 AÑOS EN LA EMPRESA

«El dinero de los pagarés debe ser para la plantilla»

«Entré en Porcelanas Bidasoa hace 13 años. Estoy en las máquinas que realizan los platos. Me he sentido engañado en todo este proceso. Aunque la mayoría de la gente lo veíamos venir, en el fondo no queríamos verlo. Siempre nos decían que la actividad iba a continuar. Aunque yo, sinceramente, creo que Porcelanas Bidasoa no muere aquí. El sello es muy jugoso. Tengo muy claro que el que se haga con él va a seguir funcionando. Estoy convencido de que los platos de Porcelanas Bidasoa acabarán haciéndose fuera.

La actividad podría seguir en Irun, pero sólo si las instituciones quisieran. Si no es así, pelear contra la Seguridad Social o el Ayuntamiento es muy difícil. Lo vamos a intentar, evidentemente, porque un puesto de trabajo hay que pelearlo hasta las últimas consecuencias, pero es muy difícil porque es pelear contra gigantes.

En principio, el primer paso que vamos a dar, es ir este lunes a Kutxa porque hay un dinero, 360.000 euros, que están retenidos y con eso podría hacerse frente a la nómina de junio y la paga extra de verano. A ver de qué manera podemos presionar a la Kutxa para ver si suelta la gallina, como se suele decir».

ANTONIO VILLORIA, 34 AÑOS EN LA EMPRESA

«Temo que ni siquiera nos liquiden lo que nos deben»

«Empecé en Porcelanas con 16 años y he estado trabajando en la empresa hasta ahora, que voy a cumplir 52. La mayor parte del tiempo he estado en embalaje, pero en los últimos tiempos, andamos por todas las secciones, adaptándonos a lo que la empresa requiere. Ahora hacemos trabajos múltiples. En mi opinión personal, el problema de Porcelanas ha sido una falta de planificación a corto, medio y a largo plazo. Cuando yo entré en la empresa, la producción era de vajillas y juegos de café. Luego cambió el mercado y empezó a moverse la hostelería. Ahí perdimos cuatro años acusando a Porcelanas del Norte de recibir subvenciones y empezaron a acumularse las deudas. No soy optimista con respecto a la continuidad. Si las cosas no se hacen en un periodo económico bueno, menos se van a hacer en tiempos de crisis. Para mí, lo de Araso solo ha tenido un objetivo: han estado engañándonos un par de años más».

Tengo el temor de que ni siquiera nos puedan liquidar lo que nos deben. Estoy en una edad muy difícil y además no tengo titulación. Para mí, se ha ido todo al traste».

CONCHI MARÍN, 10 AÑOS EN LA EMPRESA

«La firma pesa mucho. No debería salir de Irun»

«Entré en Porcelanas hace diez años. Estaba en decoración. Soy calcadora y, en estos últimos años, he estado adaptándome a a todas las necesidades de la empresa, como mis compañeros. Me siento muy engañada porque los trabajadores hemos puesto mucho esfuerzo por levantar la empresa, por continuar con el trabajo, para que no saliera de Irun. No esperábamos el cierre, máxime cuando en todas las reuniones siempre se nos ha hablado de continuidad».

«Nos tememos que no vamos a cobrar estos meses que quedan y la paga extra de julio. Estamos a expensas de unos pagarés que están retenidos en Kutxa. Yo pediría a las instituciones que se lo replanteasen, que vean la tasa de desempleo que tiene Irun. Cuando cierras una empresa, cierras toda posibilidad de recuperar puestos de trabajo. Si se cierra, creo que pasará como con Elgorriaga, que reaparecerá en otro sitio. La firma pesa mucho. No deberíamos dejarla escapar. Nosotros vamos a pelear por nuestros puestos de trabajo hasta el final».

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